HISTORIA DEL POSTRE
La pasada navidad nuestros hogares se llenaban de olores maravillosos, asados, bizcochos, tartas y otros postres.
Desde hace algún tiempo existe una fiebre por la repostería que hemos visto incluso en televisión y que arrasó en los supermercados los meses que estuvimos confinados en casa. La harina, huevo y levadura era un bien escaso.
Hemos hecho galletas, bizcochos, tartas de queso, de manzana, mug de todo tipo, en fin, nos hemos puesto “hasta arriba” dándonos a los pocos placeres que en esos momentos había.
Pero, sin querer, hemos llevado a nuestras cocinas postres tan antiguos como el tiramisú (podéis encontrar la receta en nuestra sección para hacerlo este fin de semana. Es fácil y gusta a todos). Es el momento de hacer un poco de historia y mirar las curiosidades de los postres.
Dulce Historia…
Si queremos ver sus orígenes, debemos de dirigirnos a los orígenes de los productos, el descubrimiento del azúcar y la miel.
La caña de azúcar nace en Nueva Guinea hace unos 5.000 años. Posteriormente pasaría al continente asiático a través de las relaciones comerciales con China e India. Serían las pesquisas militares de los persas, las que en el 510 a.C. llevarían su cultivo al lejano Oriente.
Serían los árabes quienes introdujeron, en el siglo VIII, el cultivo en toda la zona del Mediterráneo, llevándolo a Al-Ándalus, los cuales la adaptaron a los suelos húmedos de la larga y cálida franja costera de Andalucía. Hacia el año 1.000 también plantaron la caña de azúcar en los marjales y rebordes de acequias mediterráneas, desde la ciudad de Valencia hasta Tortosa,
El origen de la palabra azúcar proviene del sánscrito: de sakara = dulce. En griego sakjaron y el árabe sukkar, de donde procede el término castellano utilizado ya a principios del XIII.
Una curiosidad, es que en Egipto se vendía en las “farmacias” por “tener virtudes curativas”…
Hablemos de la Miel:
La miel ha sido utilizada desde los orígenes del hombre.
En la Cueva de la Araña, en Bicorp (Valencia) existe una pintura rupestre donde se ve una mujer recolectando miel. Ello nos lleva a pensar que se conocían bien todas sus propiedades.
Se podría decir, que gracias a la miel, inicia la repostería y la confitería, previa introducción en la panadería.
Los egipcios alimentaban a sus hijos con miel. Para ellos la miel provenía de las lágrimas del Dios Ra y formará parte de todas las ofrendas religiosas al Faraón. Una curiosidad es que cuando realizaban expediciones conservaban la carne en barriles llenos de miel.
Serían los griegos los que aprendieron de los egipcios la elaboración y cocción del pan desarrollándose a posteriori el concepto de “pastel”. Desarrollaron una pastelería excelente para la época. Un ejemplo serían los glycinias cretenses y los stolytes y los artocros, pasteles muy grasientos que se vendían en el teatro de Atenas.
La miel pasaría a los romanos los cuales la adoptaron rápidamente por sus dotes curativas. Los médicos la utilizaron para ayudar a sus pacientes a adormecerse.
¿Sabéis de dónde viene «Luna de Miel» cuando una pareja se casa?
Tiene su origen en la costumbre romana donde la madre de la novia dejaba en la alcoba nupcial, una vasija con miel para “reponer fuerzas”.
Sería a finales del siglo II, en la época romana, cuando procedentes de Turquía los dátiles y los higos se combinarían con la miel y el azúcar y llegarían a nuestra Península dejando una gran influencia.
Fueron los romanos los que nos dejarían la costumbre de la toma del postre al final de las comidas. Formado principalmente por la fruta y los bizcochos. Los romanos nos darían un primer panettone, endulzando el pan con miel y frutos secos, no sería hasta 1.500 que tendría el aspecto y dulzor casi actuales.
Nuestra pastelería tiene dos grandes influencias debido a sus invasiones, romanos y árabes.
Los romanos nos dejarían las técnicas de elaboración. Todavía a los pies del Vesubio se van descubriendo nuevos hallazgos, como una panadería donde se ha encontrado cristalizado un pan completo elaborado entre otros elementos con miel.
Los árabes con han dejado una repostería tradicional muy similar a la que hoy se encuentra en los países árabes y del norte de África.
En esta ocasión vamos a dejaros una receta italiana, el tiramisú (pincha aquí para ver la receta). Fácil de hacer y que gusta a todos. Podemos usar un café descafeinado para que los niños lo puedan tomar. El tiramisú es uno de los postres más conocidos de Italia, cremoso, suave, intenso, con una receta básica en la que se pueden alterar algunos ingredientes, quitar el café y ponerle fresas, por ejemplo. De origen veneto su nombre quiere decir “tirarme arriba” o mejor traducido, «anímame». Espero que lo disfrutéis.
Recordar que podéis hacernos llegar vuestras recetas y participar en los concursos mensuales.