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El café, es esa bebida de la que mucha gente depende para sobrevivir, para prolongar horas de vigilia en el trabajo, por ejemplo. Al tiempo que es la bebida que muchos toman por disfrute del paladar, sin más. Su aliado más cercano es la leche, pero los adictos al café son los que lo prefieren solo y bien cargado. Las posibilidades son infinitas: manchado, cortado, con hielo, etc.

Actualmente se ha extendido el uso de cafeteras de goteo. Sin embargo, las cafeteras de émbolo también conocidas como cafeteras francesas, son las que demandan los más cafeteros. Aquellos a los que les gusta el café auténtico, los que se deleitan con un café fuerte y consistente son los que prefieren las cafeteras de émbolo. Precisamente porque estas cafeteras carecen de filtro de papel es por lo que el sabor es más puro.

Las ventajas de las cafeteras de émbolo

Algunas de las ventajas de este tipo de cafeteras es que justamente esto que no necesitan filtros, así que siempre están disponibles para tomar una taza de café. Otro de sus mayores activos es que no necesitan electricidad, con lo cual, se pueden transportar a cualquier sitio. Son muy útiles para los que veranean en camping o viajan en caravanas, y no quieren renunciar a un buen café.

Todo lo que se necesita para hacer café en una cafetera con émbolo es hervir agua y tener a mano café molido. Tienen nulo mantenimiento y se limpian fácilmente. Su uso es muy sencillo, te lo explicamos. Lo primero que has de hacer es hervir el agua y quitar la tapa de la cafetera. A continuación echa una cucharada de café molido. Vierte el agua en la cafetera y mueve la mezcla antes de poner el émbolo y la tapa del émbolo. Deja reposar el café unos minutos. A continuación, aprieta el émbolo lentamente hacia abajo hasta que llegue al fondo. Has de asegurarte de mantener horizontal la malla metálica.

Algunas recomendaciones finales para tomar un buen café de cafetera de émbolo serían que el agua adquiera la temperatura adecuada (que debería de estar en torno a unos 92 o 93 grados). Usar agua de calidad y que la proporción entre agua y café sea la apropiada siendo preferible que no nos hayamos excedido con la cantidad de agua. Por último, comprar un buen café y molerlo de manera correcta.