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Hoy queremos compartir con vosotros los cinco hábitos saludables en los niños. Aunque la gran mayoría de ellos podrían hacerse extensibles a los adultos. Pero nos fijamos en los niños porque si les enseñamos desde pequeños a adoptar rutinas sanas lo integrarán en sus vidas de manera natural sin que les cueste grandes sacrificios.

Hemos condensado estas recomendaciones, a grandes rasgos, en cinco ítems: alimentación variada y equilibrada, beber agua, buenas costumbres a la hora de la comida, hacer ejercicio de forma regular y evitar largas sesiones de televisión o videojuegos. En realidad, como os decía más arriba, son consejos que también se pueden extrapolar a los adultos, así que tomemos nota.

Los cinco hábitos

Cuando decimos alimentación variada y equilibrada queremos decir que debemos seguir las pautas de la pirámide alimenticia. En cualquier caso, hay que incrementar la ingesta de frutas y verduras (cinco raciones diarias) equilibrar las proteínas (comer carne dos o tres veces por semana alternándola con el pescado el misma proporción), y reducir los hidratos de carbono y las grasas. Se debe comer a diario cereales, en forma de arroz, pasta y/o pan. Y, por último, evitar al máximo la comida rápida y la bollería industrial.

Adoptar buenas costumbres a la hora de la comida quiere decir que adoptemos unas rutinas claras como comer y cenar más o menos a la misma hora, planear las comidas con antelación para planificar la distribución de los nutrientes de forma compensada e integrar alimentos originales que serán más apetecibles. A los niños les encanta el factor sorpresa, así que la presentación también es algo muy importante a tener en cuenta. Para incentivarles a comer más fruta y verduras, os proponemos nuestros sets infantiles de mugs más boles.

Beber más agua es otro de los consejos que hemos oído desde siempre. La explicación es sencilla, nuestro cuerpo está compuesto de un 70 por ciento de agua. El agua es más que necesaria para eliminar toxinas e hidratar a todos los órganos. Así que es súper recomendable que niños y mayores compartan el agua como bebida para las comidas, seremos un ejemplo para ellos. Una alternativa saludable al agua son los zumos naturales, aunque sin abusar de ellos por tener, en ocasiones, altas dosis de azúcar. Los mugs de colores son ideales para que los más pequeños se acostumbren al consumo diario de agua y zumos.

Hacer más ejercicio físico es el complemento perfecto a una dieta equilibrada en nuestro objetivo de crecer de manera saludable. Lo ideal es que se haga una hora de ejercicio moderado al día. En los niños es fácil de conseguir, integrar un deporte que les divierta en sus tareas semanales es la mejor opción. Otras alternativas es salir con ellos a dar paseos, coger menos el autobús o el coche y crearles la necesidad de pasar más tiempo al aire libre con planes familiares que compartamos entre todos.

Este último consejo está íntimamente ligado a reducir el visionado de televisión o de sesiones de videojuegos. La sociedad actual tiende, en general, a ser sedentario por la cantidad de alternativas de ocio en casa relacionadas con la tecnología. Lo recomendable es que los niños no pasen más de una o dos horas diarias delante de una pantalla. Pactar horarios es una buena solución para ellos. Y proponerles dedicar más tiempo al aire libre como alternativa de ocio saludable.